El milagro en la boda en Caná

Jesús hace su primer milagro convirtiendo agua a vino

En el previo estudio, guiado por el Espíritu Santo, Jesús pasó 40 días en el desierto, y Satanás lo tentó. En este estudio, Jesús, acompañado por unos discípulos, asiste a una boda en Caná y hace su primer milagro público.

En boda en Caná

Hubo una boda en Caná de Galilea, una distancia de alrededor de 4 millas de Nazaret. El texto no nos dice quién se casó, pero a lo mejor era un pariente o amigo, porque invitaron a María, Jesús, sus hermanos y sus seguidores. Recordamos que Jesús llamó a sus primeros seguidores, quienes iban con él a donde fuera. Es posible que le acompañaran Andrés, Felipe, Natanael, y Juan, como este es el único quien incluye esta historia en su evangelio.

Para dar la historia un poco de contexto, tenemos que entender algo sobre las bodas en Israel en ese entonces. Después de un compromiso de alrededor de un año, el día esperado llegó, pero no era tan solo un día sino hasta siete días de festividades. Las bodas eran un evento para la comunidad; a veces las familias invitaron a todos en su pueblito. Aun con un número modesto de huéspedes, una boda costaba una fortuna, con comidas, músicos, y suficiente vino para todos por la duración de la celebración.

En esta boda el vino se acabó, una desgracia para cualquier pareja. No sabemos en cuál día de la boda se acabó ni el motivo; a lo mejor llegó gente no invitada, o las familias no calcularon bien. La hospitalidad era muy importante en Israel; si no había vino, no iban a poder continuar con la celebración. Además, descuidar tanto de los huéspedes sería una vergüenza para los novios y sus padres. Comenzamos la historia leyendo la petición que María le hace a Jesús.

Mamá, ¿yo qué tengo que ver con eso?

Juan 2:3-5: Cuando se acabó el vino, la mamá de Jesús le dijo:

—Ya no tienen vino.

Jesús le dijo:

—Mamá, ¿yo qué tengo que ver con eso? Todavía no ha llegado mi hora.

Ella les dijo a los que estaban sirviendo:

—Hagan todo lo que él les diga.

Hagan todo lo que él les diga

Por su comentario, es probable que los padres de los novios fueran parientes o amigos de María y que los quería mucho. María no quiso que la familia sufriera una vergüenza en un día tan especial. Tal vez pensara en su propia boda, casi sin huéspedes, todos pensando que ella era una adúltera y que habría sido mejor lapidarla en vez de asistir a su boda. ¿A Jesús no le importara que ya no tuvieron vino? Más probable fuera que a pesar de quien es, no ha hecho ningún milagro. Su familia pasó hambre y frío, sufriendo bajo la opresión romana, aguantando la hipocresía de los ricos quienes mandaban en el templo, pero Jesús no hizo nada para mejor la situación de su familia.

¿Qué quiere decir que su hora no ha llegado todavía? Dios tenía un momento designado para comenzar su ministerio, pero tal vez Jesús no pensara que sería en esta boda. María no discutió con su hijo; conociéndolo como lo conocía, sabía que podría dejar la situación en sus manos. Por su comentario a los siervos, sabemos que María era muy cercana a los padres de los novios para tener la confianza de darles un orden. Si Jesús le contestara que no iba a hacer nada, ¿Cómo habría reaccionado María? Habría respetado su decisión, sabiendo que no era el momento designado por su Padre Celestial.

¿La falta del vino es un problema?

¿Quién sabía que se acabó el vino? Sin duda, los padres sabían, pero nunca imaginaron que Jesús fuera a solucionar el problema. Pero, ¿es eso realmente un problema? Sí, los padres sufrirían vergüenza, pero nadie moriría. Quizás este es el primer milagro de Jesús para mostrar al público que le importan sus necesidades cotidianas.

Es fácil imaginar a Jesús pidiéndoles disculpas a sus discípulos, levantándose y yendo a un rincón callado para rezar silenciosamente, pidiéndole al Padre si este era el momento para comenzar su ministerio. Al final del estudio, examinamos lo que tal vez sea la razón verdadera porque Dios le indicó que comenzara su ministerio en la boda. Después de escuchar de Dios, fue caminando hacia la cocina. Entre los siervos había un pánico; estaban murmurando qué iba a pasar ahora que no había vino. Jesús vio que había seis vasijas de piedra muy grandes que se usaban para lavarse en sus ceremonias. ¿Qué hizo Jesús para convencer a los siervos de confiar en él? A fin de cuentas, Jesús no estaba pagándoles, no trabajaban para él. Continuamos con la historia, leyendo lo que Jesús hace con las vasijas ceremoniales.

¿Quiere que hagamos qué?

Juan 2:7-10: Jesús les dijo a los que servían:

—Llenen las vasijas con agua.

Entonces las llenaron hasta el borde.

Luego Jesús les dijo:

—Ahora saquen un poco de agua y llévenla al encargado del banquete.

Entonces llevaron el agua al encargado. Este probó el agua que se había convertido en vino. Él no sabía de dónde lo habían sacado, pero los siervos sí. Después, el encargado del banquete llamó al novio y le dijo:

—Todo el mundo sirve el mejor vino primero. Cuando los invitados se emborrachan, sirven el más barato, pero tú has guardado el mejor vino hasta ahora.

¿Vieron eso? Era agua, ¡pero ahora es vino!

Los siervos no tenían la menor idea quién era Jesús, pero a pesar de eso lo obedecieron. ¿Y si hubieron discutido con él, que esto no iba a servir para nada? A lo mejor tuvieron un poco de agua allí, pero por el resto, tuvieron que ir al pozo varias veces para sacar suficiente agua. ¿Qué pensaban mientras fueron al pozo en la oscuridad? ¿Esperaban que, de alguna forma, este hombre raro los ayudará a obtener lo que necesitaban para sus amos? Jesús no necesitó agua para convertirlo en vino, pudiera haber hecho que el vino llegara de la nada, pero eligió dejar que los siervos participaran. Se estima que las seis vasijas guardaban más de 700 litros de agua. ¿Necesitaban tanto vino? No, pero además de delicioso, Jesús hizo el vino abundante. Cuando Jesús les dijo a los siervos sacar un poco de agua de una vasija y llevarlo al encargado de la banquete (como un coordinador de la boda), ¿Pensaron que era loco o sabían que se había convertido en vino? A lo mejor eran temerosos acercándose al encargado de la banquete. El texto dice que llevaron el agua al encargado, pero se había convertido en vino, el mejor que jamás había probado.

Sus seguidores creyeron en él

¿Los huéspedes sabían lo que Jesús hizo, o todo fue en secreto? El texto dice que con este primer milagro, Jesús mostró su poder y sus seguidores creyeron en él. Tal vez por eso Dios le indicara a hacer su primer milagro, no tanto para agradar a su mamá, ni a los novios, sino para mostrarles a sus seguidores que no dejaron todo para nada, que él es El Mesías.

En el próximo estudio, Jesús se enoja en el templo y enseña al sacerdote Nicodemo.

Para procesar:

1.     ¿Has presenciado un milagro? Descríbelo.

2.    ¿Qué quiere decir que su hora no ha llegado todavía?

3.    ¿Qué hizo Jesús para convencer a los siervos de confiar en él? ¿Qué pensaban mientras fueron al pozo?

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