La tentación de Jesús
Satanás procura derrotar al Hijo de Dios
En el previo estudio, presenciamos el bautismo de Jesús y luego la llamada de sus primeros discípulos. Poco después de su bautismo, Jesús fue al desierto por 40 días donde fue tentado por Satanás. Esta es la historia de lo que sucedió allá.
Tenemos que preguntarnos, como Jesús es totalmente hombre y totalmente Dios a la misma vez, ¿Podría ser tentado? ¿Por qué permitiría que Satanás lo tentara? En su humanidad, Jesús enfrentó las mismas tentaciones que nosotros. Para identificarse con nuestros pecados, fue bautizado, aunque nunca pecó, y quería experimentar lo que es ser tentado. Es por eso que tiene tanta compasión por nosotros cuando luchamos contra nuestra carne porque pasó por lo mismo. Comenzamos con la historia, leyendo dos cosas fundamentales para entender el resto de la historia.
El Espíritu lo guiaba en el desierto por 40 días
Lucas 4:1-2: Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó del río Jordán. El Espíritu lo guiaba en el desierto por 40 días, siendo tentado por el diablo. Jesús no comió nada durante ese tiempo y al final tenía mucha hambre.
Solo y hambriento
Jesús dejó ser guiado por El Espíritu al desierto, donde andaba por 40 días, sin comer nada. El hecho de que ayunó por 40 días dice que él estaba acostumbrado a ayunar. ¿Por qué no comió nada por tanto tiempo? ¿Lo hizo a propósito, o por alguna situación fuera de su control, (por ejemplo, se perdió)? El texto dice que El Espíritu Santo lo guiaba, así que, no comió por voluntad propia. Quizás escogió no comer por tanto tiempo para realmente ser débil, por tener la posibilidad de caerse en la tentación. Si hubiera comido, las tentaciones no habrían sido tan difíciles de resistir. Por no comer por tanto tiempo, Jesús sin duda estaba muy débil físicamente; comenzó a soñar con la comida. En el desierto, no hay árboles para protegerse del sol. Sus ojos y labios se quemaban por tanto sol y arena; a lo mejor tuvo quemaduras del sol sin algún ungüento para curarlas. Por las noches, pasó mucho frío. Tenía que protegerse de arañas y serpientes venenosas. Le dolía todo. El texto no dice en qué momento Satanás se le acercó para tentarlo, o, mejor dicho, atormentarlo. Tal vez lo tentara todo el tiempo que estaba en el desierto, y solamente tenemos estas tres tentaciones para tener una idea de lo que Jesús sufrió por nosotros.
Continuamos con la primera tentación.
Si eres Hijo de Dios
Lucas 4:3-4: El diablo le dijo:
—Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan.
Jesús le respondió:
—Está escrito: “No sólo de pan vive el hombre”.
Comer no es más importante que el alma
Vemos el atrevimiento de Satanás, hablándole de tú cuando claramente no disfruta de esta intimidad con Jesús, y le debe todo el respeto. Satanás le dijo algo que parece extraño: si eres Hijo de Dios. Es la misma exigencia que los expertos en la ley le hacen: Si eres el Hijo de Dios, muéstranos una señal, destruye a los romanos, sé líder de una revolución, etc. ¿Por qué Satanás le dijo eso? Una táctica que utiliza es cuestionar lo que Dios ha dicho. Si regresamos a la tentación de Eva en el Jardín de Edén, dijo esto:
Génesis 3:1: —¿Es cierto que Dios les dijo que no coman de ningún árbol del jardín?
Claro, Dios nunca los prohibió comer de ningún árbol del jardín; si se los prohibiera, estarían muertos. Satanás usa la misma táctica aquí, sembrando duda del amor que El Padre tiene para Su Hijo. A fin de cuentas, si eres Hijo de Dios, Él no permitiría que sufriera. En este momento, Jesús está muy débil; en su carne, quizás haría cualquier cosa por un poco de pan. Claro que podría convertir la piedra en pan, aunque, es posible que, hasta el momento, no haya hecho ningún milagro. A diferencia que nosotros, en cualquier momento Jesús pudo rendirse, o crear una banquete para sí mismo, pero escogió no hacerlo por nosotros. Tal vez Jesús lo pensara, viendo la piedra, imaginando por un momento el sabor del pan recién horneado de su mamá, el rico olor, y fue casi suficiente para hacerle agua en la boca. Pero, en vez de permitirse pensar más en el pan, le contestó a Satanás con las palabras de Moisés.
Para enseñarte a ser humilde, ponerte a prueba
Deuteronomio 8:2-3: Recuerda el camino por el que el SEÑOR tu Dios te guió durante todos estos 40 años en el desierto, para enseñarte a ser humilde, ponerte a prueba y saber lo que tú pensabas: para saber si ibas a obedecer sus mandamientos o no. Él te humilló y te hizo pasar hambre. Luego te dio a comer maná, que ni tú ni tus antepasados conocían, para enseñarte que el ser humano no sólo vive de pan, sino de todo lo que el SEÑOR ordena.
Una vida sin Dios es peor que pasar hambre
Las palabras de Moisés nos dan la clave para entender lo que Jesús hace: en vez de 40 años vagando sin rumbo en el desierto, está pasando 40 días allá para que Dios le enseñe a ser humilde, a ponerlo a prueba y a ver si va a obedecerlo o no. Pero Jesús es Dios- ¿Cómo le va a enseñar a ser humilde y ponerlo a prueba? Recordamos que era totalmente Dios, y totalmente humano, capaz de ser orgulloso y rebelde, lo que Satanás quiere que suceda. Dios lo humilló y lo hizo pasar hambre. Espera- ¿no acaba de decirle después del bautismo que está contento con él? Sí y lo está, pero con quienes está contento, los pone a prueba de modo que fortalezca su espíritu. Jesús va a pasar por cosas aun más difíciles que esto, pero primero, hay que enseñarle a obedecer.
Continuamos con la historia leyendo la segunda tentación de Jesús.
Me las han dado a mí, y se las puedo dar a quien yo quiera
Lucas 4:5-8: Entonces el diablo llevó a Jesús a un lugar alto y en un instante le mostró todos los reinos del mundo. El diablo le dijo:
—Te daré la autoridad y grandeza de todos ellos. Me las han dado a mí, y se las puedo dar a quien yo quiera. Si te arrodillas y me adoras, todo será tuyo.
Jesús le contestó:
—Está escrito: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él”.
Si te arrodillas y me adoras, todo será tuyo
Como Jesús está muy débil, es improbable que caminaran a un lugar alto, y como le mostró todos los reinos del mundo en un instante, es más probable que se los mostrara en una visión. Satanás siempre anhelaba que Dios le adorara así que no es una sorpresa lo que dice. ¿Satanás realmente tiene la autoridad sobre el mundo? En el fondo, toda autoridad pertenece a Dios, pero Dios le ha dado la autoridad por un tiempo limitado a Satanás desde que el mundo cayera en el pecado. Vemos dos versículos en el nuevo testamento que verifican que Satanás es el líder del mundo temporalmente.
Expulsar al que manda en este mundo
Juan 12:31: Ahora es el momento de juzgar al mundo y de expulsar al que manda en este mundo.
2 Corintios 4:4: El dios de este mundo ha nublado la mente de esa gente que no tiene fe en Cristo. No los deja ver la luz que traen las buenas noticias acerca de la gloria de Cristo, quien es la imagen de Dios.
El dios de este mundo ha nublado la mente de esa gente
Aunque estos versículos no lo mencionan por nombre, en la biblia hay una nota que él que manda en este mundo y el dios de este mundo se refieren a Satanás. Así que, temporalmente, Satanás es el encargado de este mundo porque así lo quiso la humanidad por escoger a desobedecer. Cuando Satanás le mostró los reinos del mundo, ¿Qué vio Jesús? ¿Sería tentado por riquezas, mujeres, y poder? Tal vez, en vez de mostrarle eso, le mostró el sufrimiento: niños sufriendo hambre, los romanos abusándose de los israelitas, gente sacrificando sus hijos a dioses de metal y piedra. Si fuera así, ¿era realmente una tentación para Jesús? Jesús odiaba los resultados de la maldad, y Satanás le ofreció una oportunidad de corregirla, de avanzar los planes de Dios, pero sin Dios. Satanás está cuestionando, si Dios va a rescatar la gente, ¿Por qué no lo hace ya en vez de hacerle esperar y sufrir? Quizás Jesús lo pensara por un momento. Él podría rescatar a la gente del sufrimiento, y no tendría que sufrir en la cruz. Pero no se permitió meditar en aquel plan, sino le contestó con otras palabras de Moisés.
Deuteronomio 6:13-14: Respeta al SEÑOR tu Dios, sírvele y haz tus promesas en su nombre. No deberás seguir a otros dioses, a ninguno de los dioses de las naciones vecinas[.]
No deberás seguir a otros dioses
Es la respuesta perfecta; si Satanás es el dios de este mundo, Dios dice no seguir a otros dioses, o sea Satanás, porque los dioses no existen, sino Satanás y los demonios. Imaginamos por un momento si Jesús hubiera arrodillado y adorado a Satanás; ¿le habría dado la autoridad? No importa, porque al hacerlo se habría corrompido y hubiera sido tan malvado como Satanás.
Continuamos con la última tentación.
Tírate abajo desde aquí
Lucas 4:9-13: Entonces el diablo llevó a Jesús a Jerusalén y lo puso en lo más alto de un extremo del área del templo, y le dijo:
—Si eres el Hijo de Dios, tírate abajo desde aquí, porque está escrito:
“El mandará a sus ángeles acerca de ti para que te cuiden”, y “Sus manos te rescatarán para que ni siquiera te lastimes los pies contra las piedras”.
Jesús le contestó:
—Dicho está: “No pongas a prueba al Señor tu Dios”.
Cuando el diablo había intentado todo, lo dejó hasta una próxima oportunidad.
Hasta pronto, Jesús
Es significante que lo llevara (en una visión otra vez) al templo, la casa de Dios. Es como si Satanás dijera que podría entrar en la casa de Dios cuándo quiera como si fuera su casa. Otra vez, Satanás comienza la tentación cuestionando si él es el Hijo de Dios. Esta vez, es Satanás quien cita a Moisés, torciendo sus palabras:
Salmos 91:10-12: Nada malo te sucederá, no ocurrirá ningún desastre en tu casa; porque él dará orden a sus ángeles para que te protejan a dondequiera que vayas. Ellos te levantarán con sus manos para que ninguna piedra te lastime el pie.
Nada malo te sucederá
Nunca olvidemos de que Satanás sepa las escrituras aun mejor que nosotros y que puede torcerlas y utilizarlas para nuestra derrota. ¿Por qué era una tentación animarle a tirarse? Es fácil imaginar que después de no comer por días, y aguantar las tentaciones, sería tentador suicidarse. Pero en vez de suicidarse, Jesús cita a Moisés:
Deuteronomio 6:16: No pongas a prueba al SEÑOR tu Dios, como hiciste en Masá.
En Masá, los israelitas no tuvieron agua y cuestionaron la presencia de Dios y Su habilidad de proveer para ellos. Satanás está cuestionado la presencia de Dios y Su habilidad de proveer para Su Hijo. A fin de cuentas, él está en lo que la gente creía que era Su casa y no lo echa.
Terminamos con el final de la historia.
¡Largo de aquí Satanás!
Mateo 4:10-11: Jesús le dijo:
—¡Largo de aquí Satanás!...
Entonces el diablo se fue, y los ángeles vinieron a cuidar a Jesús.
—
Ángeles vinieron a curar sus heridas y darle de comer hasta que recobrara esfuerzos. Recordamos que no fue la última vez que Satanás procuró tentar o derrotar a Jesús. A través de las muchas historias que veremos sobre el ministerio de Jesús, es útil siempre pensar en dónde está Satanás y cómo intenta influir los acontecimientos. En el próximo estudio, Jesús asiste a una boda y hace su primer milagro público.
Para procesar:
1. ¿Hay un patrón a las tentaciones en tu vida (por ejemplo: codiciar, tomar en exceso, lujuria? ¿Cómo puedes protegerte de las tentaciones en esta área?
2. ¿Cómo te sientes con el hecho de que Satanás es la autoridad de este mundo caído?